¿ERES UNA PERSONA DESORDENADA?


  • ¿Tu caminadora se ha convertido en un perchero?
  • ¿Tus documentos son un desorden absoluto?
  • ¿Acumulas aparatos y objetos rotos que después vas a reparar?
  • ¿Tienes ropa de diversas tallas en tu armario?

La mayoría de las veces el desorden es una conducta aprendida. Muchas de nuestras conductas las aprendemos y mantenemos por asociación, es decir que aprendemos de las consecuencias de nuestros actos, si la consecuencia es positiva, la conducta se repite.

Supongo que te preguntarás qué beneficio obtiene una persona al ser desordenada; a corto plazo, el no tener que esforzarse y terminar antes de  tiempo lo que estaba haciendo, etc. Es un beneficio ya que el orden supone esfuerzo y consumo de tiempo, el problema es que a largo plazo hay una serie de inconvenientes que termina por afectar más de lo que beneficia.

Muchos de nosotros funcionamos por lo que obtenemos a corto plazo, y esto dificulta que podamos cambiar hábitos poco saludables o perjudiciales. Esto no sólo sucede con el desorden, sino también con los hábitos alimenticios, los estudios, etc. Muchas veces evitar hacer algo que no nos gusta es el origen de un mal hábito.

Hay algunas características de personalidad que se asocian más o menos a personas desordenadas. Habitualmente, las personas poco perfeccionistas, que no necesitan tener el control del entorno, tienden a ser más desordenadas, aunque hay excepciones. Por ejemplo, el Síndrome de Diógenes, una variante grave del Trastorno Obsesivo Compulsivo, se caracteriza por acumular basuras, desperdicios y objetos inservibles de forma desorganizada, siendo incapaces de desprenderse de estos objetos.

Sería exagerado asegurar que una persona desordenada tiene ciertas características de personalidad determinadas porque en gran parte de los casos es simplemente un mal hábito que no han podido reconocer y transformar.

Más que de tipos de personas desordenadas, podríamos hablar de grados de desorden o de contextos de desorganización. En muchas ocasiones, las personas son desordenadas en un contexto específico pero no en otros (por ejemplo: en el trabajo son muy organizados pero en casa son un desastre), y  también hay personas que tienen las cosas aparentemente desordenadas pero son capaces de encontrar cualquier cosa dentro de ese caos, supongo que esto sería un orden no ortodoxo o un “desorden ordenado”.

¿Por qué algunas personas realizan verdaderos esfuerzos para ser ordenados pero no lo consiguen o si lo consiguen en un momento vuelven a desordenarlo todo?

Cambiar una conducta inicialmente es fácil, lo complicado es mantenerla, pero si se persiste se puede cambiar. Acaba con el desorden y mejora tu vida. Arreglar la casa puede ayudarte a bajar de peso y reducir el estrés.

Los clósets desordenados, las alacenas abarrotadas y los montones de correspondencia no sólo arruinan tu decoración; también pueden afectar seriamente tu salud y bienestar. Si tu cocina se ve como si acabara de estallar una bomba, terminarás por salir corriendo a comprar una rebanada de pastel en la cafetería más cercana.

El desorden reduce tu productividad y la capacidad para entablar una relación amorosa. Estas son las consecuencias más comunes:

1.- Puede provocar estrés y depresión

2.- Puede indicar que no eres meticuloso. La imagen que proyectamos de nosotros mismos influye en todo: desde conseguir un empleo hasta casarnos.

3.- Puede obstaculizar el ejercicio e incluso causar lesiones.

4.- Puede provocar accesos de alergia y asma.

5.- Puede afectar tu vida sexual, si el dormitorio principal es un caos.

Para cambiar ordena tus prioridades de vida y hazte del hábito de ser organizado.

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