PENSAR DEMASIADO
Pensar demasiado produce muchas consecuencias adversas, nuestro estado de ánimo empeora porque promueve los pensamientos y sentimientos más negativos, no nos ayuda a encontrar la solución a los problemas pero sí acaba con las ganas de intentar solucionarlo.
Con este hábito, solo se consigue un enfoque distorsionado y pesimista de la vida.
¿Pasas de una idea a otra en constante cuestionamiento?
¿Vives rumiando el pasado, lo que pudo haber sido y no fue, sin llegar a una solución?
A menudo darle vueltas a los pensamientos nos lleva a caer en la melancolía quizá poniendo nuestra atención en amores del pasado, en las obsesiones, con lo que debería ser, en las fobias, evitando lo que nos causa miedo, en las depresiones y en última instancia en sentimientos y pasiones que a veces nos impiden hacer todo lo que deseáramos, porque perdemos el tiempo.
Para la mente es agotador pensar sin parar y puede provocar dolores de cabeza o migrañas.
Además de cansarnos a nosotros mismos pensar demasiado tiene otros inconvenientes.
• Vivimos en una eterna ensoñación.
• Nos fugamos de lo que nos duele, jugando en internet, viendo la televisión, o metiendonos en problemas.
• Vivimos la vida de otros.
• Nos convertimos en personas improductivas.
• La vida pasa y con ella aquellos que no solo piensan, sino que actuan.
Las oportunidades aparecen todos los dias siempre y cuando estemos dispuestos a tomarlas además de cambiar nuestra actitud.
Todo problema tiene su solución.
“Una colección de pensamientos debe ser una farmacia donde se encuentra remedio a todos los males.” Voltaire
En lugar de tener pensamientos que nos atormenten, debemos buscar soluciones, pues no son las ideas sino las acciones lo que cambia nuestro entorno.
Las personas que son realmente felices tienen la capacidad de distraerse y concertarse en actividades agradables.
- Aprende a relajarte.
- La meditación es un buen camino, escucha música, haz deporte.
- Esta es tu vida y tu puedes llevarla a donde quieras.